Esto era un inspector de sanidad que va a una granja de cerdos, y le pregunta al dueño:
- ¿Qué le da usted de comer a sus cerdos?
Y el dueño contesta:
- Las sobras de la comida.
- Pues le pongo una multa de 3.000 euros por tener mal alimentados a sus cerdos.
Al cabo de dos meses el inspector vuelve a venir, y le pregunta al dueño:
- ¿Qué le da usted de comer a sus cerdos?
Y el dueño contesta:
- De primero un plato de paella, de segundo un entrecot a la pimienta, y de postre un flan.
- Pues le pongo una multa de 5.000 euros porque no es justo que haya niños que se estén muriendo de hambre y que sus cerdos estén mejor alimentados.
El dueño se quedó mosqueado. Al cabo de tres meses el inspector vuelve a venir, y le pregunta al dueño:
- ¿Qué le da usted de comer a sus cerdos?
Y el dueño responde:
- Nada, les doy tres euros y que se compren lo que les salga de los huevos.
- ¿Qué le da usted de comer a sus cerdos?
Y el dueño contesta:
- Las sobras de la comida.
- Pues le pongo una multa de 3.000 euros por tener mal alimentados a sus cerdos.
Al cabo de dos meses el inspector vuelve a venir, y le pregunta al dueño:
- ¿Qué le da usted de comer a sus cerdos?
Y el dueño contesta:
- De primero un plato de paella, de segundo un entrecot a la pimienta, y de postre un flan.
- Pues le pongo una multa de 5.000 euros porque no es justo que haya niños que se estén muriendo de hambre y que sus cerdos estén mejor alimentados.
El dueño se quedó mosqueado. Al cabo de tres meses el inspector vuelve a venir, y le pregunta al dueño:
- ¿Qué le da usted de comer a sus cerdos?
Y el dueño responde:
- Nada, les doy tres euros y que se compren lo que les salga de los huevos.
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